El extraordinario mantenimiento de la Fontana di Trevi comienza hoy: estará rodeada de paneles transparentes pero dentro de un mes se instalará una pasarela en forma de herradura en el interior de la piscina por donde los visitantes podrán pasar disfrutando de una vista sin precedentes.
La pasarela tendrá un número limitado de personas, por lo que será el ensayo general y la experimentación del acceso limitado al estanque que se introducirá al final de las obras, a tiempo para el Jubileo.
En una fase posterior también se evaluará la introducción de una «pequeña aportación económica» para la entrada.
Lo anunció hoy en el Capitolio el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, junto con los concejales de Cultura y Turismo, Miguel Gotor y Alessandro Onorato, y el superintendente Claudio Parisi Presicce.
El icónico lanzamiento de moneda será posible en una «cesta» desde la propia pasarela.
El eventual billete, explicaron Gualtieri y Onorato, podría introducirse ya en 2025, después de tres o cuatro meses.
El acceso a la parte baja de la Fuente no será con reserva ni por franjas horarias, sino que las azafatas de Zètema dejarán entrar a los visitantes hasta el límite máximo de aforo -ya hay puertas con columnas- y esperarán a su salida para dejarles entrar lentamente de nuevo. La fuente seguirá siendo visible desde la plaza.
Gualtieri descartó la instalación de molinetes (barrera de control de ingreso).
Después de una restauración en los años 1989-1991 (a la que siguió el mantenimiento de la parte central en 1999), la última restauración importante tuvo lugar en 2014-2015 gracias a una contribución de Fendi y duró 17 meses. En este caso, ha precisado, se denomina “mantenimiento extraordinario” y tendrá una duración aproximada de 3 meses.
Las obras, supervisadas por la Superintendencia Capitolina y promovidas por el Departamento de Cultura de Roma capital, son necesarias debido a los fenómenos de degradación que afectan al monumento, situado en una zona con elevado tránsito peatonal y sometido a condiciones microclimáticas particulares que favorecen la formación constante de pátinas biológicas, malas hierbas y depósitos calcáreos en las partes más expuestas al contacto con el agua.
La operación se enmarca en una intervención de mantenimiento más amplia en el marco del programa PNRR – Caput Mundi (Mantenimiento extraordinario de algunas fuentes monumentales en el centro histórico de Roma) que también incluye intervenciones en la Fuente del Quirinal, la Fuente de la Barcaccia, las Fuentes de las Tortugas y la Tiare, por un importe total de 1.187 millones de euros.
La pasarela, que estará lista dentro de un mes, ofrecerá la oportunidad de adquirir nuevos datos sobre la asistencia, útiles para solucionar los problemas de masificación del monumento.
La intervención de mantenimiento se centrará en las superficies de piedra de la parte inferior del monumento, en particular la zona comprendida entre el borde de la piscina y las escaleras de acceso, que será sometida a una limpieza exhaustiva. Además, se repararán las juntas de diversas zonas de la fuente para preservar su integridad estructural y estética.
Se espera que las obras, que costaron algo más de 327 miles de euros, estén terminadas a finales de año.
«¿Habrá una disposición anti-vivac (prohibición de hacer campamento, ndr) en el estanque de la Fontana de Trevi? La Fuente tiene asientos, de hecho el objetivo de esta restricción es precisamente permitir el uso del monumento incluso sentándose. Evidentemente no es el lugar más adecuado para comer, habrá limitaciones. No querrás comer dentro del museo frente a la Gioconda…», precisó Gualtieri. © ANSA.