La multiforme personalidad del escritor Ernest Hemingway vuelve a la televisión con un nuevo documental en capítulos y una miniserie.
Ken Burns, el célebre cineasta que ya apuntó sus reflectores de la Guerra Civil y la de Vietnam, y su histórica colaboradora Lynn Novik exploran desde el lunes las muchas almas del escritor, incluyendo las experimentaciones sexuales que sugieren
un lado «gender fluid».
Mientras tanto Mariel Hemingway, la nieta del escritor, se apresta a producir con Mark Medavoy y Sam Solokov una serie limitada que busca echar luz sobre el trauma psicológico inexplorado que persiguió a «Papa» durante años, hasta su suicidio en 1961.
«Para describir el verdadero carácter de mi abuelo hay que ir más allá de los estereotipos de la masculinidad personificada. El comprendía que dentro suyo había un lado delicado del que se avergonzaba y que lo impulsaba a actuar como matón para enmasarar su conflicto interno», dijo Hemingway a «The Wrap».
Por su parte Medovoy subrayó la unicidad del escritor: «Genio, soldado, espía, revolucionario y uno de los autores más sensibles de su tiempo. Premio Nobel y Premio Pulitzer, condecorado por su coraje en dos guerras mundiales y superviviente a dos desastres aéreos en un solo día, Hemingway fue el más famoso escritor y periodista del mundo, en una época en que la gente se entretenía leyendo libros y se informaba en los diarios».
El documental de Burns -tres capítulos fruto de sendos años de trabajo- se vale de colaboradores excelentes: Peter Coyote es el narrador mientras Keri Russell, Meryl Streep, Patricia Clarkson y Mary-Louise Parker le dan voz a las cuatro mujeres del escritor, Hadley Richardson, Pauline Pfeiffer, Martha Gellhorn y Mary Welsh.
«Somos conscientes de que es una figura controvertida y que hay gente a quien su personaje le hizo pasar las ganas de leerlo. Pero no podría haber momento mejor que este para revisitar a un icono del pasado», observó Novick.
El documental no hace esfuerzos por embellecer el cuadro: Hemingway fue alcohólico, mujeriego, racista y antisemita, por no hablar de la hecatombe de leones y elefantes en sus safaris por Africa.
Pero también hay, dejando al espectador libre de ejercer su juicio moral, respeto por un pilar de la literatura estadounidense.
En el documental aparece el senador republicano John McCain, entrevistado por Burns y Novick en 2018, poco antes de morir:
«Tenía 12 años cuando leí ‘Por quién doblan las campanas’.
Robert Jordan era profesor en Montana cuando decidió ir a combatir por personas que nunca había visto o conocido. Aun sabiendo que la causa tenía defectos. Pero estaba listo para luchar por la causa de la justicia y la libertad. Siempre quise ser Robert Jordan». (ANSA).