Por Alejandro Bochichio. Ya pasaron 24 años desde que el seleccionado femenino de hockey sobre césped pasó a ser conocido en el mundo como Las Leonas. El espíritu de ese equipo, que en Sidney consiguió la primera medalla en la historia, se mantuvo durante más de dos décadas; pasó de generación en generación, incentivó a que muchas chicas quieran ser como ellas y provocó que subirse al podio en seis de las últimas siete ediciones sea considerado a esta altura algo normal. Y no lo es.
Hoy fue bronce, seguramente la medalla que no venían a buscar a los Juegos Olimpicos de París 2024, pero volvieron a toparse contra Países Bajos, el mejor seleccionado del mundo en la actualidad y el que se ha interferido en el sueño de la dorada que no llega y que, seguramente, se volverá a buscar dentro de cuatro años en Los Angeles.
Fue bronce en París como en Atenas 2004 y Beijing 2008, a las que se suman las plateadas en Sidney 2000, Londres 2012 y Tokio 2020. La única «mancha» fue en Rio 2016, los primeros Juegos sin Luciana Aymar, la mejor jugadora del mundo. Argentina en Brasil no tuvo una buena fase de grupos y en cuartos le tocó Países Bajos, la bestia negra, que dejó a las chicas sin chances de podio.
Seis medallas en siete Juegos Olimpicos, una vigencia que ningún otro equipo argentino logró en la historia y una marca que solamente se puede comparar con la vela, que desde Atlanta 1996 consiguió al menos una medalla con excepción de Tokio 2020.
Antes del origen del apodo en Sidney, el hockey femenino había participado en dos oportunidades en los Juegos Olimpicos logrando dos septimos puestos, en Seúl 1988 y Atlanta 1996.
El éxito de Las Leonas no es solamente olimpico, debido que también lograron algo que tampoco nunca se había conseguido: consagrarse dos veces campeonas del mundo. Argentina logró el primer título en el Mundial de Perth 2002 y repitió en Rosario 2010. A estas conquistas hay que sumarles Juegos Sudamericanos, Panamericanos y Champions Trophy. Enorme.
El legado y la vigencia de Las Leonas entre las mejores del mundo
El 2016 fue el momento más difícil de Las Leonas en los Juegos Olimpicos y no es casualidad que haya sido el primero sin la mejor jugadora en la historia del deporte.
El 7 de diciembre de 2014, Lucha decidió ponerle punto final a su enorme carrera y fue el cierre perfecto: su sexto Champions Trophy y en Mendoza, con su gente.
Aymar participó en cuatro Juegos Olimpicos, cinco Mundiales y en los 376 partidos que disputo convirtió 161 goles. La rosarina recibio ocho veces (2001, 2004, 2005, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2013) el premio a la mejor jugadora del mundo por parte de la Federación Internacional de Hockey (FIH). Cuando ya no había más distinciones para darle, en 2008 fue reconocida como Leyenda del Hockey.
Luciana marcó un antes y un después no solo en Las Leonas, sino en el hockey mundial. Y el poder mantenerse entre las mejores del mundo, sin la mejor del mundo, hace todavía más valioso lo conseguido por las chicas.
Las Leonas hoy tienen en el plantel a varias jugadoras (cinco) que no habían nacido cuando, precisamente, nacieron Las Leonas. Pero crecieron viéndolas, disfrutando sus triunfos por la televisión y soñando ser como ellas. Es más, tres de las más jóvenes fueron las encargadas de convertir en los penales australianos: Lara Casas (2004), Zoe Díaz (2006) y Sofia Cairo (2002).
Hoy, el sueño se terminó de concretar, también son medallistas olímpicas. Y algunas que este viernes 9 de agosto las siguieron a la distancia, probablemente en unos años formarán parte del legado y escucharán, como en París, el «muchas gracias, Leonas».
El seleccionado femenino de hockey sobre césped alcanzó un total de siete medallas en Mundiales y en dos de esas ocasiones fueron campeonas del mundo (2002 y 2010).
Obtuvieron cinco medallas olímpicas (dos de plata y tres de bronce), diez medallas del Trofeo de Campeones (seis de oro), y ocho medallas en los Juegos Panamericanos (seis de oro y dos de plata). © TyC Sport