Tras cinco años de gobierno de Luis Lacalle Pou, el Frente Amplio volverá al poder. Sin mayorías propias en Diputados, Yamandú Orsi, el presidente electo, dio un mensaje de unidad.
Yamandú Orsi es el nuevo presidente electo del Uruguay para el período 2025-2030. Como marcaban todas las encuestas, el frenteamplista se impuso ante el candidato nacionalista Álvaro Delgado. Lo hizo por una diferencia de más de 95.000 votos, según los datos de la Corte Electoral con 99,99% de los sufragios escrutados.
“Voy a ser el presidente que convoque una y otra vez al diálogo nacional, por supuesto que con nuestros planteos, pero escuchando”, dijo Orsi pasadas las 21:30 horas, ante una multitud de militantes y banderas frenteamplistas frente al hotel NH Columbia, en la Ciudad Vieja. Y añadió: “Voy a ser el presidente que construye un país más integrado. Más allá de las diferencias, nadie podrá quedarse atrás, desde el punto de vista económico, social y también político”.
Minutos antes, Delgado, en un escenario montado sobre la calle Bulevar Artigas frente a la que fue su sede de campaña, había recordado un discurso de Wilson Ferreira Aldunate, tras el triunfo de Julio María Sanguinetti en 1984, en el que prometía garantizar gobernabilidad. “Ese es el mensaje que yo quiero dar -dijo el exsecretario de la Presidencia-, de tranquilidad, de paz, de gobernabilidad; hoy Yamandú Orsi tiene la llave y la posibilidad de encontrar acuerdos nacionales”.
El exintendente canario, que asumirá el 1° de marzo del año próximo, será el primer presidente frenteamplista sin una mayoría parlamentaria propia. La coalición de izquierda controlará el Senado, con 16 bancas de un total de 30; además, Carolina Cosse, al ser la vicepresidenta de la República, será la presidenta de la cámara. Pero en la Cámara de Representantes, el Frente Amplio tendrá 48 diputados de un total de 99; 49 estarán en manos de los partidos de la coalición gobernante, y dos serán de Identidad Soberana, la fuerza política de Gustavo Salle.
Durante la campaña, Orsi sostuvo que estaba dispuesto a negociar con todos los partidos. Guido Manini Ríos, líder de Cabildo Abierto -que solo renovó dos bancas en la cámara baja- dijo en declaraciones a los canales de televisión en la tarde de ayer que, en caso de que ganara el Frente Amplio, no pondría “el palo en la rueda” y negociaría si se lo convocaba a hacerlo.
Delgado, por su parte, expresó ayer su intención de que el bloque de la coalición persista más allá de haber perdido el gobierno. “Acá hay una suma de partidos, pero los dueños de la coalición no son los partidos, sino la gente que la vivió. Los que militaron en todo el país. Esta coalición está dispuesta a que si necesitan una mano, en pos del país, les damos las dos”, dijo el ahora excandidato.
Antes, dentro del búnker, en una reunión privada de la coalición, Andrés Ojeda, del Partido Colorado, planteó que la coalición tenía que actuar como un partido, algo con lo que los demás socios estuvieron de acuerdo. No obstante, queda en el aire una pregunta: ¿la coalición negociará como bloque con el Frente Amplio o cada partido lo hará por separado, teniendo en cuenta que entre ellos existen distintas sensibilidades, y que tanto cabildantes como colorados votaron, en este período de gobierno, junto con la oposición en más de una oportunidad?
Algunos números
En octubre, el Frente Amplio había logrado 1.071.826 votos, mientras que la coalición unida había conseguido 1.162.050 -655.426 fueron al Partido Nacional, a la fórmula Delgado-Valeria Ripoll. La diferencia entre los bloques fue de 90.224 votos.
El triunfo de la fórmula Orsi-Cosse le debe mucho a la fuga de votos dentro de la coalición de gobierno. Con el 100% de los sufragios escrutados, la dupla Delgado-Ripoll consiguió 1.101.296 adhesiones, y la diferencia entre ambos bloques fue de más de 95.000 votos, pero esta vez a favor del Frente Amplio (1.196.798).
La sangría en la coalición fue, un poco más, un poco menos, un patrón que se repitió en todos los departamentos del país. Hay muchos en la coalición que creen ya inevitable hablar de una Coalición Republicana a nivel nacional, un partido único que permita fidelizar mejor el voto entre la primera vuelta y el balotaje, y que le dé al bloque un mayor nivel de competitividad en la primera vuelta. En octubre el Frente Amplio consiguió cerca del 44% de los votos, mientras la coalición unida obtuvo casi 48%. Sin embargo, la coalición de izquierda, por competir unida, y por la forma en que se reparten las bancas, consiguió más lugares en la Cámara de Senadores.
Lo que se viene
Antes de que Delgado saliera hablar, el presidente Luis Lacalle Pou publicó un tuit felicitándolo a Orsi e invitándolo a empezar el camino de la transición. Es posible que ya en la jornada de hoy haya una reunión entre el mandatario y su sucesor.
En su discurso, Orsi se comprometió a empezar a trabajar ya en la jornada de hoy: “Vamos a laburar muchísimo, todos los días, a no aflojar jamás, para la construcción del Uruguay que merecemos, para que nadie se sienta relegado”, añadió, casi al final de su discurso.
Hasta ahora, el único ministro que anunció Orsi es Gabriel Oddone, que estará al frente de la cartera de Economía y Finanzas. Mañana martes, Orsi se reunirá con el secretariado ejecutivo del Frente Amplio. El objetivo es hacer un primer análisis de la campaña y el triunfo, pero también ya empezar a hablar de cuál será el equipo de gobierno que asumirá a partir del año que viene.
Festejos
A principio de la jornada, y hasta entrada la tarde, la alegría parecía ser patrimonio del Partido Nacional y de los socios de la coalición. Esto tenía una razón, sondeos del fin de semana lo acercaban al Frente Amplio, incluso alguno llegó a darle un porcentaje mayor a Delgado. En tanto, en filas de la coalición de izquierda primaba la mesura, y se señalaba que la definición sería “voto a voto”.
Minutos antes de las 20:30, previo a que los canales dieran a conocer los sondeos de las encuestadoras, ya circulaban algunos datos que mostraban a la coalición arriba -por uno, dos, tres puntos-, pero el triunfo del Frente Amplio se hizo público cuando en el NH Columbia se escucharon los gritos y los festejos de varios dirigentes -el Frente Amplio contaba con un centro de cómputos propio. Más tarde, Cifra, Equipos y Opción confirmaron que Orsi había ganado, y que el resultado era irreversible. La larga velada que muchos pronosticaban no fue tal, y el exintendente canario triunfó con luz.
Tras el discurso de Delgado, la ciudad, a la altura de Bulevar Artigas, se vació rápidamente; en la Ciudad Vieja y el Centro, por el contrario, los festejos de los militantes continuaron hasta pasada la medianoche. La intensa lluvia y la tormenta no fue más que el estruendo de los bocinazos.
Trackings diarios ilusionaron a los blancos
El jueves todas las encuestas plantearon un favoritismo del candidato frenteamplista, siendo Opción la que mostró una mayor distancia, 49,7% contra 45,5%. Equipos: 48% contra 46,2%. Cifra: 47% sobre 46,4%. Y Factum: 47,1%, 46,6%. ¿Por qué con estos números el optimismo, en horas de la tarde, estaba más en el búnker del Partido Nacional que entre los dirigentes frenteamplistas? Trackings diarios (encuestas con un número limitado de casos) del viernes y el sábado mostraban que la distancia se achicaba. Opción ya la ajustaba a unos tres puntos, Equipos mostraba una situación de empate técnico y Cifra, el sábado, daba una leve ventaja a Delgado, según contaron a El País desde ambos comandos. “Vamos a ganar por 45.000 votos”, comentaba a El País un importante dirigente blanco. Otro vaticinaba una distancia de 60.000. El Frente, en tanto, oscilaba entre la opinión de los más optimistas -“vamos a estar entre 70.000 y 80.000 votos arriba”, decía un referente astorista- y los que advertían que sería “una jornada larguísima y voto a voto”.© El País/ Uruguay.