La emergencia por incendios está empeorando en el estado brasileño de San Pablo, donde al menos 34 ciudades se enfrentan al estado de calamidad debido al número sin precedentes de incendios registrados, especialmente durante el fin de semana.
Las imágenes difundidas por la televisión local y por los ciudadanos en las redes sociales recuerdan un escenario apocalíptico con el cielo invisible debido al espeso manto de humo negro y al aire irrespirable.
En gran parte del estado más poblado de Brasil, los ciudadanos enfrentan una contaminación extrema, riesgos respiratorios y enormes inconvenientes.
Cientos de viviendas han sido evacuadas, decenas de carreteras y autopistas están intransitables y miles de ciudadanos han quedado varados sin posibilidad de llegar a numerosos destinos.
Debido a las dificultades de visibilidad, se han cancelado numerosos vuelos, especialmente los nacionales, y en muchas regiones los residentes se enfrentan a cortes de suministro eléctrico y falta de agua.
Las estadísticas difundidas por el Instituto Nacional de Investigaciones Científicas (Inpe) dan una medida de la gravedad de la situación, según las cuales el 50% de los 5.278 incendios registrados en los primeros ocho meses del año -2.621- se produjeron en las últimas 24 horas.
En conjunto, los incendios de la primera parte de 2024 ya superan el récord anual de la serie histórica iniciada en 1998.
La situación pone a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades.
Según protección civil, a pesar del descenso de las temperaturas en las últimas horas, la prolongada sequía y los fuertes vientos intensifican el riesgo de nuevos incendios, y el frente de incendios continúa avanzando en torno a Ribeirão Preto, el municipio más afectado por los incendios. © ANSA.