“Ya las causas Hotesur y Lázaro Báez –si bien son insostenibles jurídicamente- marcaron un camino político para desacreditar, deslegitimar la figura presidencial. Continuando con esa lógica, el escrito de Nisman, más allá del episodio posterior de su muerte, también tiene un carácter esencialmente político, fundamentado en informes de Inteligencia y que la gran mayoría de los especialistas ha caracterizado como un escrito que jurídicamente no tiene ningún sustento”, opinó hoy Juan Carlos Junio, diputado nacional del Frente Nuevo Encuentro, en diálogo radial con Gabriel Michi.
Para Junio, la denuncia del fallecido fiscal Nisman “no es una cuestión puramente jurídica y mucho menos neutral, como tampoco lo fue la marcha” del miércoles pasado. Sobre la marcha denominada 18F, el legislador nacional puntualizó: “que sea una marcha de carácter político en sí mismo no es impugnable para nada, nosotros tenemos una democracia madura donde los oficialistas, los opositores y las minorías de cualquier tipo ejercen el derecho a pronunciarse políticamente. Lo que sí creo es que es muy negativo eludir la verdad o transitar un camino falso de decirle a la sociedad que fue una marcha apolítica, que solo se trató de un homenaje, sin contenido ni partidización de ninguna especie”. En ese sentido, Junio agregó que los convocantes a la movilización, desde “el grupo minoritario de fiscales, hasta las fuerzas políticas y sus principales líderes que fueron en segunda línea, y los periodistas que la potenciaron deliberadamente no le están diciendo la verdad a la opinión pública”.
“La marcha tuvo un nivel importante de concurrencia. Expresa un espacio social de oposición rabiosa al gobierno nacional que, insisto, tiene un claro sentido antikirchnerista y una connotación de derecha desde el punto de vista ideológico. Allí convive gente que se quiere pronunciar legítimamente contra el gobierno con sectores que buscan deslegitimar con una doble intención: que el gobierno se termine ya -como la diputada del Pro Laura Alonso que está planteando el juicio político, una suerte de “impeachment” que llevaría a la caída de la Presidenta- a otros -que quizá sean la mayoría- que apuntan a desgastar fuertemente la figura presidencial a los efectos de que el kirchnerismo llegue al mes de octubre con muchas menos posibilidades de triunfo o mejor dicho con grandes posibilidades de ser derrotado”, añadió el diputado por la Ciudad de Buenos Aires.
Consultado sobre las declaraciones de Horacio Verbitsky, quien ayer opinó que no era adecuado hacer una “lectura golpista” de la marcha del 18F, Juan Carlos Junio planteó una posición con matices: “hay una derecha que quiere llegar al proceso electoral y que haya un pronunciamiento formalmente democrático y hay una derecha que convive y confluye con ésta que- como siempre- es potente y, aunque sea minoritaria, tiene el apoyo de los grandes factores de poder, en este caso de los medios de comunicación, que lo que quieren es terminar ya con este gobierno”. Para el diputado, este sector vive “una situación de exasperación política permanente y no soporta los procesos democráticos”. Junio enmarcó su análisis en un contexto regional: “si vemos el panorama de América Latina, veremos que éste es un rasgo casi constitutivo de una parte de la derecha. Porque el señor Capriles, y otros que van a elecciones, también favorecen procesos de golpe de Estado en Venezuela; y hay un núcleo de la derecha brasileña que está empujando el “impeachment” para Dilma Rousseff, habiendo transcurrido dos meses de la elección en la que la presidenta ganó legítimamente”.
“Hay factores de carácter internacional: las Embajadas norteamericanas no soportan este proceso latinoamericano, democrático y popular que va colocando al continente en la gran estrategia del mundo, fuera de la hegemonía norteamericana y yendo hacia otros polos de poder. Eso les resulta disfuncional, insoportable”, añadió.
En el último tramo de la entrevista y al ser consultado por el rol de los medios de comunicación hegemónicos en este escenario político, Junio opinó que “desde los medios siempre crean una atmósfera y un clima en la sociedad que presiona fuertemente sobre la opinión pública y pone la agenda de todos los días”, pero valoró que “la ciudadanía no come vidrio”. Para el legislador, la potencia mediática no es definitoria; frente a los próximos comicios nacionales, “la ciudadanía seguramente ponderará su nivel de vida, las libertades públicas, los servicios sociales del Estado y la personalidad y el liderazgo de los candidatos. Si no fuera así, concluiríamos que Macri gana. Eso no ocurrirá”, finalizó.
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