Para intentar escapar a los apagones crónicos, Cuba está invirtiendo en energía fotovoltaica: el gobierno prevé construir 55 parques solares hasta 2025, gracias a la ayuda de China.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, confirmó la activación el mes pasado de seis nuevas plantas de 21,8 megavatios, además de las dos en operación desde febrero.
La isla intenta así reducir su dependencia del combustible en un intento de superar la crisis energética.
«Evidentemente, Estados Unidos no puede oscurecer el sol sobre Cuba», bromeó en las redes sociales el embajador chino en Colombia, Zhu Jingyang.
La nación caribeña de 9,7 millones de habitantes todavía depende en gran medida de los combustibles fósiles para hacer funcionar sus ocho antiguas centrales eléctricas y varios generadores. © ANSA