Muy peleado, muy luchado y muy hablado, fueron los tres condimentos para que esta semifinal de la Copa Sudamericana en La Bombonera, se lleve el status de “aburrido”.
Ni Boca, ni River pudieron abrir el arco que se mantuvo en cero durante todo el partido. Ninguno de los dos estuvo a la altura de una definición.
Sin embargo River pecó demasiado de ingenuidad, y recurrió a otro método, como para calentar el súper: las patadas fuertes.
El equipo de Marcelo Gallardo, se presentó con otro esquema, ya que Rodrigo Mora se encontraba lesionado y prefirió poner en cancha a Giovanni Simeone, el hijo del “Cholo”.
Por eso, se demuestra que entró a jugar frente a Boca, con intenciones no muy ortodoxa. La primera tarjeta fué a los 5 minutos, cuando Vangioni le propinó una violenta patada al “Burrito” Martínez.
Mientras que el “Xeneize” sufría las cada vez innecesarias infracciones de River, sólo pudo llegar al arco en una ocasión apenas. Fué a los 24 del primer tiempo cuando Fernando Gago probó de fuera del área, y del que pudo controlar Barovero.
De allí, Boca no superaba los 3/4 de cancha, pues las fallas de Meli permitían la contra del “Millo”.
A falta de 5 para el final de la primera mitad, una falta grosera de Ponzio sobre Gago, provocó que saliera una “pica” entre ambos, pero que pudo ser detenida por el DT local, el “vasco” Arruabarrena.
Para el segundo tiempo, fué casi un calco del primero: sin ideas claras de ambos equipos, jugadas cada vez más bruscas, problemas del mediocampo de Boca, y un Silvio Trucco que dejaba jugar a modo violento, pero así castigaba con tarjetas.
Lo único de todo lo que ofreció la última mitad, fué precisamente al final, por un tiro libre de Chávez y que intercepta nuevamente Gago, con algo de suerte de su hombro. Pero otra vez, estaba atento el arquero de River.
El próximo jueves, es la revancha en el Estadio Monumental, y tratando de olvidar tal vez, un 0 a 0 del que no fué un clásico atractivo. Por eso, tanto Arruabarrena como Gallardo, analizarán en frío las falencias de sus jugadores y hacer una autocrítica de este magro espectáculo.
SÍNTESIS.
BOCA JUNIORS (0): Agustín Orion; Leandro Marín, Daniel Diaz, Juan Forlín; Nicolás Colazo, Marcelo Meli, Cristian Erbes, Fernando Gago; Juan Manuel Martínez, Andrés Chávez, Jonathan Calleri.
SUPLENTES: Emanuel Tripodi; Claudio Pérez, Emanuel Insúa; Andrés Cubas, José Fuenzalida, Federico Carrizo; Emmanuel Gigliotti.
DT: Rodolfo Arruabarrena.
RIVER PLATE (0): Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Leonardo Ponzio, Ariel Rojas; Leonardo Pisculichi, Giovanni Simeone, Teófilo Gutiérrez.
SUPLENTES: Julio Chiarini; Germán Pezzella, Bruno Urribarri; Augusto Solari, Guido Rodríguez; Osmar Ferreyra, Lucas Boyé.
DT: Marcelo Gallardo.
GOLES: No hubo.
CAMBIOS: PT 30′ Fuenzalida x Martínez; ST 26′ Gigliotti x Calleri (Boca).
ST 18′ Boyé x Simeone, 29′ Pezzella x Maidana, 39′ Pisculichi x Solari (River).
AMONESTADOS: PT 20′ Diaz; ST 13′ Gago (Boca).
PT 5′ Vangioni, 41′ Ponzio; ST 3′ Funes Mori, 12′ Sánchez, 14′ Gutiérrez, 26′ Maidana, 46′ Mercado (River).
EXPULSADOS: No hubo.
ESTADIO: Alberto J. Armando “La Bombonera” (Buena).
ÁRBITRO: Silvio Trucco (4): sancionó bien las faltas, pero faltó de actitud. Permitió en gran parte del partido que River haga uso de la violencia.
CALIFICACIÓN DEL PARTIDO: 4 (Regular).
Foto TELAM