(ANSA) – BRUSELAS, por Mattia Bernardo Bagnoli – Ninguna medida concreta, por ahora, pero en la mesa de los cancilleres UE, el lunes próximo, se hablará con gran atención de Cisjordania y la violencia perpetrada por los colonos.
Básicamente, las autoridades israelíes no lo impiden ni castigan.
Una tendencia preocupante que corre el riesgo de precipitar definitivamente la situación y socavar cualquier perspectiva de paz. La hipótesis de sanciones individuales se discute abiertamente pero, según una fuente europea, la UE «todavía no está preparada» para seguir este camino. En este caso, el Consejo de Asuntos Exteriores podría ser el lugar adecuado para empezar a crear el consenso necesario.
«El nuevo asentamiento judío conocido como ‘Acueducto Inferior’ en Jerusalén Este, autorizado en plena guerra, es una provocación», trona un alto funcionario de la UE. «La Unión Europea siempre ha denunciado los asentamientos en Cisjordania como ilegales y contrarios al derecho internacional, pero las medidas restrictivas deben ser decididas por los 27 países miembros: Bruselas ha señalado mientras tanto a Tel Aviv que la protección de los palestinos en las zonas ocupadas es su responsabilidad y no está haciendo lo suficiente, veamos cuál será la respuesta».
El primer ministro belga, Alexander De Croo, al presentar las prioridades de su presidencia europea, pidió abiertamente sanciones a los colonos: «La violación de los derechos humanos -afirmó- debe terminar». Su ministra de Asuntos Exteriores, Hadja Lahbib, anunció a continuación que presentará la propuesta al Consejo el lunes. Pero, de hecho, los 27 están divididos sobre la línea que tomar en Medio Oriente. Bélgica, España e Irlanda son más intransigentes hacia Israel, mientras que países como Italia y Alemania, por ejemplo, no quieren oír hablar de una «tregua» porque de momento beneficiaría a Hamás. «La tracción estadounidense podría ayudar mucho al debate europeo», explica un diplomático, destacando que Washington ya ha tomado medidas en este sentido. «La amarga verdad es que si la violencia estalla también en Cisjordania podremos decir definitivamente adiós a la solución de dos Estados», añade.
El Alto representante UE, Josep Borrell, maneja el asunto con gran interés y presentará a los 27 ministros de la UE un documento con «siete líneas de acción» -que van desde «contribuciones para estabilizar Gaza» hasta «reforzar la ANP»- que integra y fortalece el plan de seis puntos del día siguiente ya acordado antes de su gira por la zona.
En el plano práctico, la UE anunció 125 millones de ayudas en 2024. «En Cisjordania -subraya la Comisión Europea- los proyectos humanitarios proporcionarán servicios de protección como asistencia jurídica o material, a las personas afectadas por la violencia de los colonos, la confiscación de propiedades privadas o por la pérdida de los medios de subsistencia».