«Soy como un alma en pena caminando» dice Marita mientras esconde sus lágrimas en el pañuelo. «Entiendo que la novia de mi hijo no le va a preparar la comida como yo. Por eso, lo esperaré cada vez que venga así lo agasajo como cuando era mi bebé porque él sigue siendo mi bebé». Son frases que reafirman la trsietza y soledad de una mujer que hoy sufre el Síndrome del nido vacío. Por eso, María Guidobono (Psicóloga Social) analiza esta situación compleja que afecta a hombres y mujeres.
Cómo sobrellevar la crisis económica y las limitaciones de una vida en aprieto
En la Argentina, las crisis económicas, giran como una calesita y se repiten cada una cantidad definida de años. Todo...