(Por Julio Martínez, enviado especial) Una gambeta por acá y otra por allá. Un quiebre, el arranque y el desconcierto del rival. La admiración de los hinchas, jubilosos por el desenfado de un pibe que hace estragos en la defensa contraria, se manifiesta en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero.
Y no es un “Europibe”, es Brian Aguirre, el futbolista de Newell’s Old Boys, que con la “18” en la espalda resultó indescifrable para el duro Uzbekistán en el estreno del Mundial Sub-20 que se desarrolla en el país.
El oriundo de Granadero Baigorria le ganó la pulseada en la previa a Juan Gauto, la promesa de Huracán, y no defraudó.
“Por eso ahora vamo’ a bailar, para cambiar esta suerte”, dice la canción “El baile de la gambeta” de Bersuit Vergarabat, tal vez como un mensaje de Aguirre a las tribunas cuando el partido debut se puso feo con el parcial 1-0 a favor de Uzbekistán.
Aguirre, con guapeza y atrevimiento, demostró varios recursos futbolísticos que le aportaron soluciones a la Argentina de Javier Mascherano. Son gambetas que desarman defensas y que en el “uno contra uno” son la llave del éxito. Entre tantas piernas rivales y espacio escaso, suelen ser la vía de desequilibrio para un partido parejo.
Definido como “el crack de Baigorria”, con tan sólo 20 años se transformó en la gran figura del Newell’s de Gabriel Heinze, con buenos rendimientos en la Liga Profesional de Fútbol y la Copa Sudamericana.
Aguirre se inició en el fútbol a los 5 años, vistiendo la camiseta de San Fernando de Granadero Baigorria. Tres años después pasó a Villa Cassini. Con José Torrilla como entrenador, validó su talento en cada partido hasta que los captadores Carlos Domínguez y Cristian Salomón lo pusieron a prueba para llevarlo a Newell’s, en 2015.
En su primer partido mundialista no defraudó y junto con Valentín Carboni se erigió en lo más destacado en la victoria sufrida ante Uzbekistán (2-1).
El pibe que idolatra a Juan Román Riquelme, el mayor exponente en la historia de Boca Juniors, debutó en primera división el 26 de abril de 2021 ante Gimnasia La Plata, con Germán Burgos como DT, y obtuvo regularidad en la efímera gestión de Javier Sanguinetti.
Su foto con el dirigente de Boca se viralizó en las redes y su encuentro con Lionel Messi también arrancó miles de likes de sus seguidores.
Ambidiestro, el jugador ya descolló en el Torneo de L’Alcudia, cuando el equipo de Mascherano se consagró campeón y participó en el Sudamericano de Colombia.
Su aporte no se limita sólo al desequilibrio individual. Adaptado a los tiempos que corren, Aguirre también colabora en defensa con un despliegue físico notable.
Ante Uzbekistán jugó todo el partido y sobre el cierre generó una de las suyas, ya con muchos kilómetros recorridos encima, que dan cuenta de su entrega.
El hincha argentino ahora lo conoce mejor y depositará algo más de confianza en su “baile de la gambeta”, el que arranca sonrisas y maravilla desde las gradas. © Agencia Télam.