Una andanada de misiles rusos cayeron este domingo sobre Kiev, causando la destrucción de varios edificios y la muerte de, al menos, en una arremetida que los ucranianos observan como estrategia del Kremlin para intimidar a la cumbre próxima de la OTAN.
Un civil murió en el ataque, según datos de la oficina del Fiscal General, que lo anunció en Telegram, reportó la agencia de noticias Ukrinform.
Además, hasta el momento, cuatro civiles -entre ellos una niña de siete años- han sido sacados de entre los escombros y trasladados al hospital. La madre de la pequeña supuestamente fue también rescatada, informó Euromaidan Press.
Uno de los misiles impactó en un vivero. No había nadie allí debido al día festivo, pero la infraestructura quedó destruida y ahora hay un gran cráter en el lugar del jardín.
Rusia intenta “intimidar a los ucranianos” antes de la cumbre de la OTAN con el ataque con misiles contra Kiev, afirmó el alcalde de la capital ucraniana, Vitali Klitschko, en referencia a la cita de Madrid, prevista para el miércoles y jueves próximos.
“La cumbre del G7 debe responder con más sanciones contra Rusia y más armamento pesado para Ucrania”, escribió en Twitter el canciller ucraniano, Dmytro Kouleba, y llamó a “derrotar al imperialismo enfermo”.
Desde el G7, en Elmau, Alemania, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reacción de inmediato y calificó el bombardeo ruso de Kiev como “un acto de barbarie”.
El ataque se llevó a cabo con misiles de alta precisión desde la región del Mar Caspio, indicó el portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania, Yuriy Ignat, citado por UNIAN.
Se trata de los “X-101” que “puede volar a una distancia de 5.500 kilómetros” y es el misil más preciso y caro en posesión de la Federación Rusa. El portavoz señaló que fueron lanzados por bombarderos estratégicos TU-95 y TU-160 que despegaron de Astracán, sobre el Mar Caspio.
“Ese misil tiene tanto alcance que los bombarderos no necesariamente tienen que ingresar a nuestro espacio aéreo. Solo necesitan despegar, tomar una trayectoria de fuego y lanzar los misiles. Nuestras unidades de defensa antiaérea han reaccionado y algunos misiles han sido derribados, se ha confirmado que un misil ha sido destruido, la búsqueda de fragmentos del otro continúa”, indicó Ignat.
Al menos 14 misiles rusos se dispararon contra Kiev al amanecer, afirmó el parlamentario ucraniano Oleksiy Goncharenko según lo informado por Nexta TV. Pero otras fuentes indicaron que “llovieron como 50 cohetes”.
Un “espectáculo de misiles” para demostrar que Rusia puede ganar la guerra, así describió el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, la seguidilla de ataques con cohetes que viene realizando Moscú.
Zelensky, citado por la agencia UNIAN, afirmó que los misiles “fueron todos lanzados con un objetivo: demostrar que Rusia puede hacer algo, que el ejército ruso tendrá éxito”. Pero tal bombardeo, agregó, “no cambia nada” porque “ningún misil ruso, ningún ataque puede quebrantar el espíritu de los ucranianos”.
“Los ocupantes deberían haber conquistado la mayor parte de nuestro país en el quinto día, y en el quinto mes se ven obligados a realizar un espectáculo de misiles de este tipo, que estratégicamente no cambia nada para Rusia”, enfatizó Zelensky en su discurso vespertino.
También dijo que las fuerzas armadas de su país recuperarán todas las ciudades ocupadas por las fuerzas rusas o parte de los territorios de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donbass, incluida Severodonetsk, de donde se retiraron las tropas de Kiev en las últimas horas.
“Todas nuestras ciudades, Severodonetsk, Donetsk, Lugansk, las recuperaremos todas”, prometió.
Sin embargo, el presidente ucraniano admitió que “a estas alturas” la guerra se ha vuelto “difícil desde el punto de vista espiritual y emocional” y que no es posible predecir “cuánto durará, cuántos golpes, pérdidas y esfuerzos habrá, antes de que podamos ver la victoria en el horizonte”.
En ese contexto, Zelensky ha vuelto a pedir a los países occidentales que suministren más armas, en particular sistemas de defensa aérea. (ANSA).