Eclipse, la perrita que se volvió toda una estrella urbana, tiene una rutina que deja a todos boquiabiertos. Cada día, sale de su casa sola, toma el autobús como si fuera experta, y se dirige al parque para perros. Allí juega, corre y socializa durante horas… ¡antes de subirse de nuevo al autobús para volver a casa! Incluso tiene su propio pase de transporte colgado del collar.
Lo increíble es que todo comenzó por pura impaciencia: su dueño, Jeff Young, se retrasó un día, y Eclipse decidió ir por su cuenta. El conductor la reconoció y la dejó en el parque, y desde entonces ella sigue haciendo el recorrido diaria y felizmente.
Ahora todos la conocen: conductores, pasajeros e incluso la policía. Su presencia ilumina cualquier viaje y su actitud independiente recuerda que la valentía puede venir en cualquier tamaño y forma. Como dice Jeff: «Eclipse hace sonreír a todos a su paso». © zeitech_tecnologia














