Habitantes de favelas en las que este martes se desarrolló el sangriento operativo policial contra el Comando Vermelho, la principal organización narco de Río de Janeiro, recuperaron en zonas de vegetación 54 cadáveres que no fueron incluidos en la estadística oficial, lo que eleva a más de 100 los muertos en la operación ordenada por el gobernador Claudio Castro.
Los cadáveres fueron llevados a la Plaza San Lucas, en el Complejo de Penha, una de las 26 favelas donde este martes, en el marco de la Operación Contención, se desplegaron más de 2500 uniformados, como mostraron imágenes en las redes sociales.
La Policía Militar de Río de Janeiro confirmó al canal Globo que estos cadáveres no habían sido incluidos en el balance oficial de víctimas.
«Río de Janeiro en estado de guerra» tituló la prensa brasileña la gran operación lanzada por el gobernador Cláudio Castro, del Partido Liberal del expresidente Jair Bolsonaro, contra el Comando Vermelho (CV).
La operación resultó ser la más sangrienta en la historia del estado: 64 muertos confirmados hasta el momento, incluyendo cuatro policías, y más de 2.500 hombres desplegados en los complejos de Alemão y Penha, donde viven 280.000 personas en decenas de favelas.
Los narcotraficantes respondieron con drones cargados con granadas, fusiles de asalto capaces de derribar helicópteros y autobuses secuestrados para bloquear las vías de acceso, mientras circulaban mensajes por WhatsApp instando a los residentes a participar en los bloqueos.
Ráfagas de más de 200 disparos por minuto transformaron algunas zonas de Río en un auténtico campo de batalla, mientras que el hombre más buscado, Edgar Alves Andrade, alias Doca da Penha, líder del CV, sigue prófugo, a pesar de las veinte órdenes de arresto pendientes en su contra por más de cien asesinatos.
La policía sí logró detener a Thiago do Nascimento Mendes, «Belao do Quitungo», hombre de confianza de Doca.
En total fueron detenidas 81 personas, entre ellas varios líderes del CV en otras regiones, que estaban refugiados en Río, según voceros policiales.
Además, se incautaron 93 fusiles, además de pistolas y granadas, y más de 500 kilos de droga, según la Agencia Brasil.
«Esta es una operación estatal contra narcoterroristas», declaró Castro, que pidió el apoyo del gobierno federal.
En concreto, el gobernador pidió diez plazas para transferir en forma inmediata a jefes narcos arrestados a cárceles federales de máxima seguridad.
En las próximas horas, los ministros de la Casa Civil, Rui Costa, y de Justicia y Seguridad, Ricardo Lewandowski, llegarán a la ciudad para reunirse con el gobernador, tras una reunión de emergencia en el Palacio de Planalto convocada por el presidente interino Geraldo Alckmin —Lula regresa de Malasia—, quien aceptó la solicitud de ayuda de Costa.
Río amaneció hoy en calma, luego de la que la policía completara el levantamiento de los bloqueos en 35 avenidas y calles en diversas zonas de la ciudad que montaron el martes los narcos con vehículos incendiaros, latas de basura, barricadas y otros materiales. © ANSA














